lunes, 8 de agosto de 2011

la sexualidad

La sexualidad supone, expresa y participa del misterio integral de la persona. De allí que no se la pueda entender desde una visión reduccionista. Su carácter integral y plurivalente es un rasgo específico y característico. Por ello es necesario aproximarse a su comprensión considerando las distintas dimensiones que la componen:

Dimensión biológica: las diferencias entre el varón y la mujer se imponen por una serie de caracteres morfológicos, sin embargo la distinción biológica entre el hombre y la mujer es mucho más compleja que la configuración descriptiva de la genitalidad. De tal modo que el sexo biológico contempla 5 categorías básicas: la configuración cromosómica; el sexo gonádico; el sexo hormonal, la estructura reproductiva interna y la genitalidad.

Dimensión psicológica: la sexualidad en el ser humano no se limita a ser una “necesidad” (dimensión biológica), sino que se expande en el camino del deseo (dimensión psicológica) llegando a ser vivencia y comportamiento sexual humano. La dimensión psicológica introduce el sentido en la sexualidad humana;. Entre las categorías que incluye esta dimensión está la identidad sexual y el desarrollo sexual.

Dimensión sociocultural: el ser humano es un ser cultural también en su sexualidad; porque tiene una historia, es una historia y construye historia. La tradición la alcanza en la cultura en que vive.

Se hace parte de esa historia cuando la asume conscientemente y construye su historia cuando asume la responsabilidad personal y colectiva como ser social frente al momento presente. Existen una serie de espacios y canales de socialización de la sexualidad humana. Entre los más importantes están la familia de origen, la escuela, el grupo de pares, la religión, las normas sociales, los medios de comunicación.

Dimensión ética-filosófica: La sexualidad no es un concepto “abstracto”, la sexualidad se vive, se pone en acción y se juega en las experiencias de la vida diaria, en lo cotidiano. La dimensión ética parte de la noción de la persona, hombre y mujer, como valor en sí misma. Esta va asumiendo a lo largo de su vida diversos valores y se convierte, por lo tanto, en una portadora de ellos, los cuales también jerarquiza a la luz de sus experiencias y vida personal. Constantemente está revisando sus valores y replanteándose su jerarquía, lo que lleva a conformar su conciencia. La ética se convierte así en el contexto valorativo que orienta el ser y el actuar de la persona. Desde allí hace sus opciones y le da un sentido a su vida. En el plano de la sexualidad es justamente la dimensión ética la que en última instancia define cómo va a ser esta vivencia en el individuo. Esto quiere decir que los valores asumidos por la persona se ven reflejados en sus actitudes, sentimientos y comportamientos respecto de lo sexual.

viernes, 27 de mayo de 2011

LA VIDA MORAL Y EL PROYECTO DE VIDA

El ser humano debe decidir su futuro conforme a un proyecto fundamental que dé sentido a su vida.

A lo largo de nuestro desarrollo como personas adoptamos unos comportamientos, actitudes y valores que orientan nuestra conducta y elegimos un proyecto de vida. Sin embargo, estas decisiones no son inamovibles: las consecuencias de nuestra conducta nos llevan a reflexionar desde la ética acerca de aquello que motivó esa conducta y a reforzar, matizar o cambiar en parte nuestro proyecto de vida inicial.

Esta reflexión desde la ética acerca de los criterios en que se basa nuestra conducta, y que nos lleva a elegir un proyecto propio de vida, es lo que hace que nuestro proyecto fundamental sea un proyecto ético.

Actuar de acuerdo con los comportamientos, actitudes y valores que hemos adoptados gracias a la reflexión ética y la experiencia de la vida a lo largo de nuestro proceso de maduración.
Elegir entre todas las posibilidades que la vida nos presenta la mejor para realizar nuestro proyecto fundamental de vida. Si elegimos mal llegaremos obligatoriamente a un lugar que no deseamos (si mato, me hago asesino; si robo, un ladrón...) y no llevaremos un vida buena.
Nos realizamos personalmente cuando logramos descubrir nuestro ideal de vida y cuando conseguimos poner en práctica nuestro particular modo de vivir bien, alcanzando las metas que nos habíamos propuesto.

A la realización personal se puede llegar de muchas formas. Cada individuo decide su propia vida y consigue realizarse personalmente a su manera de acuerdo con unas circunstancias concretas del mundo que le ha tocado vivir. De hecho, el entorno social condiciona en buena medida la forma en que las personas se realizan.
Es dentro de este entorno social donde la vida moral y el ejercicio de los valores debe ser un pilar básico para la construcción del proyecto de vida.
Tal vez el proyecto de un alumno de cuarto medio solo puede estar centrada en un numero, es decir en el numero que me permita elegir una carrera profesional, un numero que representa el puntaje que permita dar el primer paso para la construcción de un proyecto de vida personal. Pero la pregunta es ¿Solo un buen puntaje asegura una vida exitosa? ¿Como pueden contribuir los valores en el proyecto de vida?¿Como la fe acompaña el proyecto de vida?